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Luis Castellano Rivadenerya

Soy, Luis Castellano Rivadenerya, tengo 69 años y nací en Chincha Alta; soy chinchano de pura cepa ya que toda mi vida ha sido acá. Estudie en el colegio de Tambo de Mora; estoy casado con y tenemos 05 hijos ya todos son mayores y tienen su vida ya hecha con sus propias familias.

Inicie mi vida en la pesca industrial cuando tenía 14 años, inicie a corta edad porque me encantaba ir a pescar y generar ingresos que me permitía cuidar a mi familia. Durante todo ese tiempo laboré en 04 embarcaciones, son momentos muy bonitos los que viví, conocí todos los puertos del Perú, pero el que más me gusto fue el puerto de Ilo; y también recordar que uno se hacía de familia con cada integrante de la embarcación porque nos contábamos todo, nos reíamos, nos ayudábamos; era como una familia.

Cuando en la empresa nos comentaron de los beneficios de FONCOPES, lo vi como una alternativa interesante y me acogí; y en diciembre del 2019, el personal de FONCOPES y de EGBATUR me ubicaron en mi vivienda y me informaron del proceso de capacitación y los beneficios que este programa contemplaba. En diciembre 2019 converse con mi familia de que iba a estudiar gastronomía y todos se mostraron contentos y me dijeron que me apoyarían en todo, y mientras avanzaban las clases, estaban contentos porque les preparaba ricos platos, pero sobre todo les gusto el ceviche. Pero el COVID nos obligó a no tener clases en la escuela, sino que tuvimos que tener clases por celular ya que al igual que los estudiantes de colegios y universidades, fue el único medio por donde aprender.

Como no existían oportunidades laborales por estar en cuarentena y veía que los negocios de comida por delivery estaban surgiendo, le dije a mi esposa que al estar cerca del mar y a la experiencia de haber vivido un buen tiempo de la pesca, iba a iniciar mi negocio de venta de ceviche que preparo para los vecinos cercanos a mi vivienda para mantener la frescura de mis platos. En esta aventura mi esposa y uno de mis hijos se encuentran ayudándome en la cocina y en las redes sociales respectivamente y me ha permitido tener más clientes. Sé que si sigo esforzándome algún día tendré mi restaurante.

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